Delphine de Vigan: "La ficción me protege, en ella no me censuro"
Clipping | 30 de marzo de 2023 | #82
La autora francesa, en cuya obra está presente su anorexia o el incesto que sufrió su madre, huye de las etiquetas literarias y reflexiona sobre el valor de la intimidad en nuestra sociedad. [Inés Martín Rodrigo | EPE]
“Una cuestión fundamental que plantean las redes sociales es el tema de la información, especialmente con las jóvenes generaciones, que tienden a informarse exclusivamente a través de internet, de Twitter, de TikTok... Hay algo muy peligrosos en eso, porque los algoritmos de esas aplicaciones te reafirman en tus propias opiniones. Al informarse de esa forma, nunca se enfrentan a una opinión contraria a la suya, no están expuestos a la contradicción”.
“Ahora tenemos la posibilidad de escenificarnos a nosotros mismos, de convertirnos en un producto que mostramos y vendemos, casi. Y hay algo vertiginoso en eso. Estamos viviendo una época de mucho voyerismo. Pero confío en que habrá una vuelta atrás en busca de una forma de vida más escondida. De hecho, en los jóvenes y adolescentes con los que me relaciono percibo una necesidad muy fuerte de protegerse, y creo que ese cambio saldrá de ellos. El problema es que ahora no tienen elección, si un joven no está en las redes sociales es una especie de suicidio social”.
“En Las lealtades, los personajes son víctimas de todas esas cosas que no se dicen. Y es verdad que la escritura puede ser una forma de romper el silencio. En los últimos años en Francia se han publicado libros que han permitido decir cosas que se habían mantenido en secreto. En general, por lo menos para las mujeres, tengo la sensación de que hay una verdadera liberación de la palabra. De hecho, las redes sociales han contribuido a ello, por eso digo que no es todo blanco o negro, en internet también hay mujeres que han tomado la palabra para romper silencios muy pesados y nocivos”.
2. La Feria del Libro de Madrid y los pequeños editores llegan a una solución para que todos participen en casetas
Las editoriales más pequeñas, con catálogos de entre 25 y 80 títulos, no estarán en un “espacio común” como se había planteado inicialmente, una decisión que había recibido múltiples protestas. [Sergio C. Fanjul | El País]
El miércoles por la mañana se consiguió cerrar el asunto. “Fue una ardua negociación, no exenta de reproches a la dirección, aunque también hubo agradecimientos. Muchas editoriales defendieron con firmeza su posición”, dice la directora. Finalmente, se llegó a la solución. Según explica Orúe, se ha planificado una reorganización del espacio y se ha contado con espacio sobrante, pues algunas editoriales que tenían casetas de cuatro metros han optado finalmente por casetas más pequeñas, de tres metros, con lo que se han ganado metros cuadrados para más casetas.
Algunas editoriales pequeñas compartirán caseta, pero otras se han integrado en la caseta de alguna librería o de las distribuidoras. Es el caso de la editorial Tránsito, dirigida por Sol Salama, que participará dentro de la caseta de la librería madrileña Sin Tarima. En Consonni, una de las editoriales afectadas, después de rechazar asistir en varias ocasiones, han conseguido hacerlo en las condiciones que deseaban, compartiendo caseta con otras dos, Las Afueras y Koan. “Este proceso nos ha dado muchos dolores de cabeza, era como una serie de televisión en la que si te pierdes un capítulo te lo pierdes todo”, comenta María Mur.
3. Juarma: "Si Ayuso dice en mi pueblo que no hay clases sociales, la tiran al pilón"
Juarma prosigue con 'Punki' (Blackie Books) el ciclo narrativo iniciado con 'Al final siempre ganan los monstruos'. [Ramón Vendrell | El Periódico]
P. ¿Cómo es la vida a salto de mata, encadenando trabajos precarios en el campo, de albañil, en la hostelería? R. “He experimentado en la vida muchas situaciones malas, pero la de vivir al día es la peor. Es horrible no poder hacer ningún plan. Te quema y te asfixia. Pero luego también te da una fortaleza. No voy a idealizar eso, pero no te asusta nada. La suerte que he tenido es que siempre he dedicado un tiempo a dibujar y a hacer fancines y a escribir, y eso me ha dado siempre un poquito de orden. Cuando no encontraba trabajo, pues por lo menos tenía algo que hacer para no abrirle la cabeza a la gente con un palo”.
P. ¿Por qué se atrevía a mover historietas y no narrativa? R. Cuando me planteé dejar los estudios para escribir no me hizo ni puto caso nadie. En Filología Hispánica me sentía un bicho raro. Yo con esa gente no encajaba. En cambio llevé cuatro hojas fotocopiadas al Salón del Cómic de Granada y le gustaron a todo el mundo, la gente era muy natural, te tomabas unas cervezas con ellos...
4. Miedo y asco bajo el sol naciente: "Japón no tiene esperanza, es un país para abuelos"
Mieko Kawakami es poeta y cantante, trabajó hasta en una tienda de electrodomésticos y está considerada como la nueva estrella literaria de Japón. [Noa de la Torre | El Mundo]
Mieko Kawakami (Osaka, 1976) se sacude de encima las etiquetas. La primera: "Me da un poco de miedo que digan que soy la nueva representante de la literatura japonesa porque no es así". La segunda: "No me gusta que me encasillen como escritora feminista porque no me gusta que me metan en una categoría" ("hago literatura humana", precisa).
En Heaven (Seix Barral), su última novela, una historia desgarradora de acoso escolar vista a través de los ojos de sus dos víctimas, reflexiona sobre la violencia. "En el caso de Japón, creo que tiene que ver con la desesperación. Japón es un país rico pero no tiene esperanza. El patriarcado es un desastre, hay demasiada desigualdad y los jóvenes están perdidos. No saben cómo tienen que vivir. Algunos se dedican a robar y a lo mejor consideran que es una especie de revolución. Están haciendo un poco de Robin Hood. Hasta ese punto hemos llegado".
5. El exilio, protagonista en el Congreso de la Lengua: "Tenemos que alzar la voz contra los tiranos"
Gioconda Belli, Juan Carlos Chirinos y Jorge Eduardo Benavides han participado en un encuentro literario celebrado en la Universidad de Cádiz. [Jaime Cedillo | El Cultural]
¿Qué significa el exilio en la literatura? ¿Cómo influye en la obra de los creadores? La respuesta a las principales cuestiones sobre las que versaba el encuentro de esta tarde, Exilios y literatura intercultural, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cádiz, la sugirió el pasado lunes Sergio Ramírez en la inauguración del IX Congreso Internacional de la Lengua Española, celebrada en el Gran Teatro Falla. "La lengua no se la pueden quitar a nadie porque es la patria de cada uno", vino a decir el escritor nicaragüense exiliado en nuestro país.
Gioconda Belli también ha incluido en la lista de "beneficios del exilio" la camaradería que surge con otros autores que atraviesan la misma circunstancia. En su caso, pudo conocer a Juan Gelman, Mario Benedetti y Julio Cortázar, que "quedó enamorado de Nicaragua", según recuerda Belli. Con la entrañable y magnética sonrisa que le caracteriza, ha despedido su intervención con un aliento esperanzador hacia los exiliados políticos y un homenaje a la memoria de los escritores que lo sufrieron.
6. Laura Ferrero: “Los hijos de divorciados de los 80 tenemos un carné de logros para sentirnos queridos”
La narradora publica ‘Los astronautas’, una novela que explora la idea de familia a partir de su propia autobiografía. [Noelia Ramírez | El País]
Los astronautas también es una interesante crónica de los estragos emocionales sobre los primeros hijos del divorcio en España. De aquella ley que se aprobó el 22 de junio de 1981 y por la que el ministro de Justicia de por aquel entonces, Francisco Fernández Ordóñez (UCD), defendió que “no podemos impedir que los matrimonios se rompan, pero sí podemos disminuir el sufrimiento de los matrimonios rotos”.
Ferrero reivindica renunciar a la idea de familia nuclear que reproducimos como refugio monolítico. “Intentamos encajar nuestra idea de familia, y también la de pareja, en un molde heredado. Eso provoca muchísima frustración. No estoy en contra de acabar con la familia como conocemos, estoy a favor de reimaginarla en múltiples formas”, reflexiona. En su novela carga contra la losa del amor romántico heredado de las películas y las telenovelas que miraba en su infancia. “Hollywood ha hecho tanto daño como Disney”.
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