El futuro de la política editorial colombiana después de la FILBo
Clipping | 16 de mayo de 2024 | #332
Tras una nueva edición exitosa, la mayor feria literaria de Bogotá sirve para abrir el debate acerca del funcionamiento de la industria del libro en Colombia. [Javier Zamudio|El País]
El pasado 2 de mayo concluyó la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo) y, como es acostumbrado, dejó un balance destacable: cerca de 600.000 visitantes, alrededor de 570 invitados nacionales e internacionales, 6,1 millones de dólares en expectativas de negocios editoriales, entre otros, de acuerdo con el boletín publicado por la feria en su sitio web. Incluso, superó su récord en asistencia con 103.000 personas el 1 de mayo.
Esos números, además de confirmar a la feria como la cita literaria más importante de Colombia, hablan de su impacto fundamental no solo social y cultural, sino también editorial. De allí que para muchas editoriales sea fundamental asistir.

Pese al uso de dineros públicos, la FILBo no provee información disponible a la ciudadanía sobre sus usos y el modo en que se reparten las ayudas. Tampoco hay claridad de si otras instituciones públicas también aportan. Esto lleva a que para algunos actores del sector sea confuso el funcionamiento de la feria y sus recursos.
Justamente, esto ha llevado a una nueva discusión alrededor de la Ley del libro y del rol de la Cámara con relación a la edición independiente, así como el papel del Estado en la política cultural del libro. El debate pasa por los costos para participar en FILBo, así como las condiciones de afiliación a la Cámara para las editoriales que están iniciando. La reciente creación de la Cámara Colombiana de la Edición Independiente (CCEI) es síntoma de ello.
2. Édouard Louis, la estrella de las letras francesas: "Cuando publiqué mi libro, mi hermano vino a matarme con un bate de béisbol"
La estrella de las letras francesas ahonda en el trauma y las heridas en un diálogo con Roy Galán en el Festival En Otras Palabras de CaixaForum. [Vanessa Graell|El Mundo]
«Cuando publiqué mi primer libro, mi hermano vino a buscarme a París con un bate de béisbol para matarme», recuerda Édouard Louis, que incendió las letras francesas hace justo 10 años con Para acabar con Eddy Bellegueule (Salamandra), una novela en la que se abría en canal y escribía sobre la violencia, el acoso, la pobreza, la homofobia... Todo lo que el pequeño Eddy Belleguele, su nombre real, sufrió durante su infancia y adolescencia en Hallencourt, un pueblo obrero al norte de Francia.