El prodigio de la edición independiente en España
Clipping | 27 de mayo de 2024 | #339
A pocos días de que comience la Feria del Libro de Madrid, el viernes 31 de mayo, algunos de los sellos pequeños y medianos más importantes y reconocidos de la industria española de las últimas décadas hablan de una tarea que, sobre todo, les aporta "felicidad". [María Sández|EPE]
«No estoy muy seguro de que haya elegido la edición o de que esta me haya elegido a mí. Mi destino apuntaba en otra dirección y, en apenas unos meses, tuve muy claro cuál era mi eslabón en esta cadena: un lugar donde la lectura te embarga y se vuelve diálogo con quien escribe y prescripción para todo aquel que esté atento», explica Juan Casamayor (Madrid, 1968), creador de Páginas de Espuma, editorial dedicada específicamente al género del relato.
«Y en ese universo lo que más me apasiona es asistir a ese umbral creativo en el que el manuscrito se convierte en libro y nos da la medida de cómo quien escribe y quien edita pueden conversar y debatir sobre la transformación del texto. Eso es editar: la última metamorfosis de una escritura», añade con convicción. Por su parte, Santiago Tobón (Medellín, Colombia, 1975), representante de la editorial Sexto Piso en Madrid, reflexiona: «Un día leí la famosa frase de J. D. Salinger que en mi caso responde a la pregunta: ‘Si no puedes con la vida, escribe. Si no puedes escribir, edita’. Me sigue asombrando por encima de todo el prodigio de la lectura».
La editorial Tránsito se abrió paso apostando, sobre todo, por voces femeninas contemporáneas. Su creadora, Sol Salama (Madrid, 1986), comenta que siguió el camino de la edición tras desechar, de jovencita, el de arte dramático y el periodismo cultural: «También cuando me di cuenta de que todo en mi vida giraba alrededor de los libros. Lo que me fascina es la sensación de magia que siento cuando leo un manuscrito con una mirada o una voz potente, distinta, que tengo la oportunidad de llevar al público».
Sin excepciones, todos hablan de pasión, un sentimiento que no pasa desapercibido cada vez que se les invita a describir sus catálogos. «Edito porque necesito recomendar con la mayor pasión del mundo aquellos libros que me fascinan y porque quiero hacer de ello mi medio de vida. También, parafraseando a José Luis Sampedro, porque, desgraciada o afortunadamente, no tengo más remedio», dice Enrique Redel (Madrid, 1971), de Impedimenta, que conduce junto con la también escritora Pilar Adón (Madrid, 1971).
Francisco Llorca (Alicante, 1980) dice, en nombre de su editorial, Las Afueras: «Para mí editar es compartir una conversación con el otro, invitarle a participar, poner en contacto a gente que todavía no se conoce con la esperanza de que acaben convirtiéndose en amigos». Y de cómo llegó a elegir esta profesión, explica: «Ocurrió de una manera natural. A principios de la década pasada cumplí el sueño adolescente de abrir una librería con mis mejores amigos. Cuando, por circunstancias de la vida, tuve que mudarme de ciudad, quedé como un marinero en tierra. Supongo que en la edición encontré el camino para seguir contagiando ese mismo entusiasmo por los libros e incluso de inventar libros que todavía no existían».
2. Fanzine o muerte
Empiezo a envejecer de todas formas, es lo que hay, por lo que el contacto con el 'fanzine' se hace cada vez más necesario, hay que proteger la cuestión. [Elisa Victoria|La Lectura]
Confieso que no visito con la misma ilusión una librería que un festival de autoedición y que no ejerce sobre mí la misma magia un fanzine que un libro. Por supuesto que hay libros preciosos y fanzines feos, pero por sistema me atrevo a asegurar que se publican muchos más libros feos que fanzines con encanto, y si pienso en los mejores momentos de cada temporada siempre me brillan por dentro los ratos pasados en eventos fanzineros.
Si un día dejo de asistir, de comprender y apreciar estos eventos, a sus participantes, si dejo de acercarme al rincón fanzinero de la librería, de bichear las cuentas y las páginas de quienes diseñan y recortan en la sombra, tengo que andar con mucho cuidado porque si a mí en particular me pasa eso estaré arranciada y medio amortajada y en lo que quede de las colas de mis firmas dejará de haber gente con gracia. Otros sacan su combustible de fuentes distintas, no tienen esta necesidad. Pero a mí, que me importa que los libros se sigan pareciendo en algo a las jugueterías, que preferiría no volver a publicar nada a sacar cualquier texto cubierto por una portada sosa, sin fanzineo sólo me queda la ruina.
Llegar pensando que estás muerta a darte una vuelta pacífica y llevarte algo bonito y salir con la fe renovada en tu propia existencia. Todavía no está todo perdido para ti, no, todavía no te has muerto. Larga vida al fanzine, el único género capaz de levantarte el labio, de colorearte el pelo, de aromatizar tu casa con tinta fresca. Y recuerda que el día en que deje de interesarte lo que hagan los jóvenes, los nuevos, los que brotan al margen de las grandes fábricas, ese día serás tú quien se vuelva irrelevante, quien carezca por completo de interés.
3. Reivindicación de la mujer deseante: cómo las escritoras están cambiando la mirada sobre el sexo
El bum de la literatura sobre el deseo da forma a una revolución en marcha. [María Ovelar|El País]
Debuts como Lo que hay, de Sara Torres, o La seducción, su esperada segunda novela; óperas primas como Tener la carne, de Carla Nyman, donde lo sexual roza lo escatológico; premios como el de Tusquets a Mira a esa chica (Cristina Pérez Araujo) sobre el consentimiento; el I Premio Lumen de novela a Leticia Martín por Vladimir, una Lolita al revés; Tres maneras de decir adiós, de Clara Obligado… Son decenas las autoras que reflexionan sobre el placer. En el sexo pesan siglos de roles y prejuicios, lógico que sea también en este terreno donde las mujeres luchen por redefinirse y desmontar el canon. El placer permite indagar en la identidad.
Novelas, relatos, poemas y ensayos contemporáneos invitan a repensar el gozo a través de la forma y el fondo: un ritmo que imita el orgasmo femenino, verbos y sujetos que convierten a la mujer en agente, neologismos líricos que se esfuerzan por capturar el goce femenino, una subversión de los roles… “En el momento en que es ella la que desea —y no solo la deseada— y la que escribe —y no solo la descrita—, es normal que las escenas de sexo se vean modificadas.
Como nos recuerda Clara Obligado (Buenos Aires, 1950), exiliada en Madrid desde 1976 y una de las primeras, si no la primera, en impartir talleres de escritura erótica en España (en el Círculo de Bellas Artes en los ochenta), faltan modelos para una genealogía femenina del deseo en literatura. “Cuando empecé a escribir en 1989 La hija de Marx existía muy poca erótica escrita por mujeres. Tal vez, como muchos textos de Safo, se haya perdido. Hoy es más sencillo exponer nuestro deseo”, asegura.
4. De la mesita de noche al perfil de Instagram: cómo las redes han cambiado nuestra relación con los libros
Si el algoritmo es el culpable de que todas las casas parezcan la misma y se tome ramen en Sevilla, también está detrás de que veas los mismos libros en todas las estanterías. [Paloma Martínez Varela|El Diario.ES]
“Las redes sociales han influido totalmente en el diseño editorial. Desde hace unos años hay una tendencia a postear todo lo que consumimos, incluidas las lecturas, y estoy 100% segura de que muchos libros se quedan fuera de esos posts porque no son estéticamente bonitos”, opina Marta Taboada, directora de arte y el criterio tras la cuenta de Instagram @portadasbien. “Ahora hay un esfuerzo en que [el libro], además de la lectura, también merezca la foto, y eso se nota cuando entras en una librería”.
“Hay muchos factores que influyen a la hora de comprar un libro”, apunta Artur Galocha, diseñador de las portadas más icónicas de Libros del K.O., como la de Fariña. “Quién lo escribe, el tema, la promoción que haya tenido… Pero una buena portada puede hacer que un libro traspase esas barreras y entre por el ojo”.
Ajenas a la dictadura del algoritmo –sí, también hay vida después de las redes–, Toya Legido y Lucía Moreno han recibido el pasado lunes uno de los premios que el Ministerio de Cultura otorga cada año a los libros mejor editados por su trabajo en Ellas ilustran botánica: arte, ciencia y género (CSIC, 2023).
5. Angela Davis: "La lucha continúa"
La activista política y feminista norteamericana ha vuelto a Barcelona para participar en la Fira Literal. [Oriol Rodríguez|El NacionalCAT]
El mundo de la lucha por|para la igualdad social en todas sus acepciones: de género, de raza, de clase, no se podría entender sin la participación Angela Davis, icónica activista afroamericana. Cuatro años después de su última visita a Barcelona, este sábado Davis ha vuelto en la capital catalana, esta vez para participar de la Fira Literal, la muestra de ideas y libros radicales, que este fin de semana, llegando a su 10 edición, se está celebrando en el recinto de la antigua fábrica de filamentos Fabra i Coats del barrio de Sant Andreu del Palomar.
"Yo estoy aquí como testimonio de un trabajo que nos ha traído a este momento. Ahora vuestro trabajo es llevarnos rapidísimo hacia el futuro", ha clamado Davids ante las más de medio millar de personas que este sábado han llenado el recinto de Fabra i Coats del barrio de Sant Andreu del Palomar.
6. Malas mujeres: la nueva frontera del feminismo en la literatura
Del asesinato al canibalismo: cómo la literatura está rompiendo estereotipos y mostrando el poder oscuro y complejo de las mujeres. [Ariana Basciani|The Objective]
La nueva ola del feminismo ha aportado luces sobre las posibilidades de actuación femenina, a pesar de que aun existe, inclusive dentro del mismo movimiento, un desencuentro sobre lo que debe de ser una mujer en la vida real. Sin embargo, en la ficción se agradece que cada día hayan más, aunque aún a cuentagotas: historias sobre malas mujeres. Mujeres asesinas, malas madres, mujeres que rompen lo establecido más allá de la limosna del inocente verbo empoderar. Mujeres que usan su cuerpo para aprovecharse de otros, mujeres caníbales, madres que piensan en lo oscuro de ser madres y el poder que tienen entre sus manos. Mujeres que hacen lo que desean y que no hay miedo alguno a hacer público todo eso que ningún ser humano, sea hombre o mujer, debe de hacerle a otro ser humano.
7. Narcís Clotet, editor del 'Almanac del cordill': "Acompañamos a los lectores recordándoles cosas para mejorar la vida"
La publicación anual que dirige, que divulga la cultura popular, cuenta con una tirada de 22.000 ejemplares. [Rafael Vallbona|EPE]
El periodista Narcís Clotet (Solsona, Lleida, 1963) cubrió los pavorosos incendios que azotaron la Catalunya central en 1994. Durante largos días recorriendo campos, masías y granjas pudo conocer a mucha gente que le contó cómo era la vida allí. De esta experiencia nació un libro que, a la postre, fue el primer título de su editorial GrataLectura. "Poco después, contacté con Felip Vendrell, un payés y literato que escribía libros y relatos sobre la vida rural", cuenta este enamorado de la vida sencilla de la gente. "Le publiqué algunos libros, uno de los cuales, Històries d’amor pagès, es un longseller, hasta que en 2002 decidí centrarme en el Almanac del Cordill".
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Por Rocío Wittib.