En la cocina del libro
Clipping | 26 de abril de 2024 | #320
La artesanía de elaborar un libro desde cero
Descontrol Editorial & Impremta ha crecido a fuego lento desde 2008 y ya tienen publicadas cerca de 200 obras. [Marta Gambín, Carlos Baglietto|El NacionalCAT]
Ubicados en el recinto de Can Batlló, esta cooperativa nació entre 2008 y 2009 como un espacio autogestionado para imprimir y difundir ideas y textos, con la voluntad de democratizar muchas lecturas y temáticas inaccesibles para una parte de la sociedad.
El primer libro publicado bajo el paraguas de la marca Descontrol fue Del amor al amor, de autor anónimo e ilustraciones de Joan Turu, con fecha de diciembre del 2012. Ya en ese momento, tanto la impresión como la distribución corrían a cargo de sus integrantes, pero no fue hasta tres años más tarde, en 2015, que se dieron de alta como editorial; el estatus oficial de cooperativa llegó en el 2017 tras ganar el concurso Micaela Chalmeta, que cada año premia con un acompañamiento a diferentes proyectos que quieren cooperativizarse.
También están facilitando que la gente escriba sobre temáticas que interesan a la cooperativa. Lo hacen, entre otros, a través del Premio Descontrol, que se organiza desde hace 6 años y que sirve para pagar a autores para que escriban durante un tiempo determinado. Ahora mismo existen dos premios en activo: uno está escribiendo sobre el conflicto y la mercantilización del agua y el otro sobre el estudio de la blanquitud.
En Descontrol sólo utilizan la técnica de la impresión digital, que en lugar de hacer que la tinta penetre en el papel —como haría la impresión offset—, hace que el tóner se funda aplicando calor, de manera que quede pegado al papel. La imprenta imprime tanto libros de la editorial como de otros clientes.
Así es como Descontrol Editorial & Impremta puede hacer una mediana de entre 400 libros al día, aunque por técnica, maestría e infraestructura podrían llegar a los 5.000. Es una cooperativa comprometida tanto con la forma como con el contenido que trae en su ADN la difusión de ideas transformadoras. De hecho, son unos de los promotores y abajo firmantes del manifiesto Por un Sant Jordi popular, que critica la deriva neoliberal del día 23 de abril. Otra lucha que se suma a la reivindicación que ya hacen a diario con su trabajo, y es que saben perfectamente que no hay nada más revolucionario que un libro.
2. Benjamín Labatut: “La sensación necesaria en este momento es el pánico”
En MANIAC (Anagrama), la última sensación de las letras chilenas prosigue su exploración de los momentos estelares de la ciencia moderna en su intento por domar la realidad, jugando a ser dioses (o demonios). [Antonio Lozano|Librújula]
P. ¿Cómo hacer literatura de la ciencia, qué tipo de narrativa exige esta que le es ajena a otros géneros? R. La literatura tiene los mismos trucos para cualquier objeto, es omnívora, depreda, las estrategias son las de la casa, es completamente intuitivo. El saber de la ciencia es delirante, las estrategias con las que aborda el mundo están basadas en el inconsciente, y los mecanismos de este son bien antiguos. La posesión, por ejemplo: los niños no juegan, sino que se convierten en lo que están jugando, el escritor debe hacer lo mismo, es un saber de cuerpo entero. Y luego hay operaciones contrarias, que vienen de la alquimia: la literatura debe disolver las cosas en su esencia para poder escudriñar los fundamentos y finalmente rearmar todo eso en un sentido mayor.