Jennifer Egan: “No quiero enterarme por Instagram de lo que les pasa a mis amigos”
Clipping | 16 de junio de 2023 | #130
Ganadora del Pulitzer por ‘El tiempo es un canalla’, la novelista trabajó como modelo, camarera y secretaria de la condesa de Romanones. Tal vez por eso se reinventa en cada obra. “Escribir me ayuda a entender lo que pienso”, dice. [Anatxu Zabalbeascoa | El País]
Ganó en 2011 el Pulitzer por El tiempo es un canalla y el próximo 7 de septiembre llegará a las librerías españolas su último libro, La casa de caramelo (Salamandra), después de colocarse en las listas de los mejores libros de 2022 en Estados Unidos. Ese día también verá la luz una reedición del volumen con el que ganó el Pulitzer.
P. ¿Cómo quería ser? R. Había sido una persona descentrada, ansiosa. Y al llegar a la Universidad lo vi: iba a escribir. No es que creyera que tenía un talento que compartir con el mundo. Más bien pensaba que igual era una escritora terrible, pero aun así iba a hacer lo posible por intentarlo porque en Europa, en los buenos y en los malos días, me sentía incompleta si no escribía. Hoy sigo igual. Escribir me ayuda a entender lo que pienso. Completa mi relación con el mundo.
P. ¿Un escritor excava siempre en el mismo hoyo? R. Yo cada vez empiezo de cero, con el complejo de no saber nada y a la vez con la necesidad de entender. Creo que viene de mi trabajo como periodista. Jamás googleo a la gente para saber a qué se dedican. No miro su Instagram. Quiero conocer yo, sin que nadie me diga qué debo o puedo mirar. El otro día una amiga tuvo un accidente. Cuando lo supe la llamé: ¿Por qué no me avisaste? “Bueno, lo subí a Instagram”, me contestó. No quiero enterarme por Instagram de lo que les pasa a mis amigos.
P. Consiguió el Pulitzer escribiendo sobre su juventud confundida en El tiempo es un canalla (libro que Salamandra reedita ahora). R. Es un libro caleidoscópico: une historias que podrían parecer desconectadas. Encarna la realidad: cada persona es un universo propio imposible de conocer para los demás. Al contrario de una narración lineal, cada parte es técnicamente distinta porque eso refuerza la desconexión. Para mí las historias se cuentan a partir de la estructura. Busqué la frescura de algo escrito online.
2. Entre divas te veas: entrevista a Camila Sosa Villada
La autora de Las malas y Soy una tonta por quererte habla sobre rutinas de escritura, autoficción, divas y el debate en torno a lo trans. [Carlos Rodríguez | Letras Libres]
Mientras Camila prepara el mate, me confiesa que pronto hará una nueva película. Actuará, junto con el actor mexicano Alfonso Herrera, en la adaptación de Tesis sobre una domesticación, otra novela suya, que producirá, entre otros, Gael García a través de La Corriente del Golfo. La charla, por supuesto, navegó por aguas más hondas.
“No tengo rutina, eso es verdad. No es que tenga un método para sentarme a escribir y haga determinada cosa o tal otra. La escritura es un afecto tan innegable, insoslayable, que me parece que no admite ni siquiera el hecho de tratar de sistematizarlo. Pero sí lo intenté durante mucho tiempo, no con Las malas, no con Soy una tonta por quererte, no con Tesis, porque además esos libros fueron siempre libros que me pidieron escribir, que me pidieron publicar de la editorial. Traté de hacerlo en algún momento porque leí que había gente que lo hacía y le iba muy bien. No es mi caso. Escribo cuando se me pega la regalada gana. Esa es la verdad. Soy una escritora muy diletante. A pesar de que escriba todos los días, a pesar de que mi cabeza siempre esté conectada con la escritura y que lo lea todo en términos de literatura, es decir, que yo esté constantemente leyendo el mundo y sus fenómenos como si estuviera leyendo un libro. En verdad no tengo un método. Pasa o no pasa”.
P. Sobre el debate de la literatura de autoficción, en la que muchos ven vicios sobre el “yo” y las confesiones personales en la narrativa actual, ¿cuál es tu parecer? R. No tengo una opinión formada sobre eso. Los grandes escritores que me han conmovido, que son mis divas, como la Duras y Joan Didion, han escrito sobre sus vidas; yo no sé si eso sea autoficcionalizarse porque, además, todos nos autoficcionalizamos constantemente. ¿Quién es auténticamente algo en una cultura como esta? Nadie. ¿Quién escribe auténticamente ficción o auténticamente autobiografía? Me pusieron ese rollo encima, de golpe, cuando no lo es. Leo en eso cierta transfobia, ¿sabés? Ahí yo leo “esta negrita, este travesti está haciendo simplemente uso del lenguaje para contar su vida”.
3. Josefina Vicens, escribir para que se sepa que no escribimos
Las dos novelas de la escritora mexicana, publicadas en 1958 y 1982, desmontan todos los clichés en torno a la unidad de la obra narrativa, el estilo literario, la documentación previa o la construcción de los personajes. [Patricio Pron | El País]
Al igual que Juan Rulfo, Josefina Vicens sólo necesitó dos libros para convertirse, a ojos de muchos de nosotros, en una de las escritoras mexicanas más importantes del siglo XX.
Vicens (Tabasco, 1911-Ciudad de México, 1988) publicó El libro vacío en 1958; que su segunda novela sólo viese la luz en 1982 podría inducirnos a creer que para ella también la escritura era terreno pantanoso: sin embargo, escribió más de 90 guiones de cine y cientos de artículos periodísticos, fue activista política y tuvo una vida pública que no excluyó la amistad de algunos de los escritores mexicanos más importantes de su tiempo y la obtención del prestigioso Premio Xavier Villaurrutia.
El libro vacío/Los años falsos son novelas existencialistas, pero no son productos de época: ambas, en especial la primera, son novelas tremendamente actuales en las que Vicens desmonta uno tras otro todos los clichés en torno a la unidad de la obra narrativa, el estilo literario, la importancia de documentarse para escribir, el lenguaje como herramienta (“¿Cómo harán los que escriben? ¿Cómo lograrán que sus palabras los obedezcan? Las mías van por donde quieren, por donde pueden”), la construcción del personaje, el verosímil, el progreso en la novela.
4. Estafadores, asesinos, rebeldes y malhechores: los 'Maleantes' de Patrick Radden Keefe
El reputado reportero estadounidense ha hecho una recopilación de 12 historias verídicas. [Sergi Alcàzar | El NacionalCAT]
Edicions del Periscopi ha publicado este junio (en catalán) una tercera obra del autor y periodista estadounidense Patrick Radden Keefe: Maleantes: Historias reales de estafadores, asesinos, rebeldes e impostores (Reservoir Narrativa, edición en castellano), esta última traducida por Pablo José Hermida Lazcano.
Patrick Radden Keefe (Dorchester, Massachusetts, 1976) es redactor de la revista The New Yorker y autor de varios libros. Ha recibido distinciones por sus obras, destacando el Premio Orwell de no ficción política 2019 con el libro No digas nada (Reservoir Narrativa, 2020) donde habla del conflicto norirlandés de mediados del siglo XX. Por otro lado, El imperio del dolor (Reservoir Narrativa, 2021).
En Maleantes, Keefe llega a un estadio superior donde nos responde preguntas que suscitan interés y nos pone en la piel de un reportero: ¿Qué motiva a alguien a idear un sofisticado sistema de falsificación de botellas de vino para estafar coleccionistas? ¿Cómo viven aquellos que se encargan de la defensa de personas condenadas por crímenes capitales? ¿Qué rasgos psicológicos comparten los integrantes de un cártel de la droga? En definitiva, Keefe nos pone a los maleantes en el punto de mira.
5. Una antología de cuentos sobre la guerra civil española
'Partes de guerra', de Ignacio Martínez Pisón, incluye 39 relatos de autores como Manuel Chaves Nogales, Max Aub, Rafael Alberti, María Luisa Elío, Ana María Matute o María Teresa León. [Fernando Valls | InfoLibre]
Nos encontramos ante una recopilación de relatos breves que tienen como tema la Guerra Civil española. Se trata de la reedición de la publicada en el 2009, en la editorial RBA, aunque ahora se han añadido cuatro cuentos nuevos: de Rafael Alberti, María Luisa Elío, Alberto Méndez y del propio autor, hasta un total de treinta y nueve. Excepto seis autores que escriben en catalán (Mercè Rodoreda, Pere Calders y Cèsar-August Jordana, el suegro de Juan Benet), gallego (Xosé Luís Méndez Ferrín y Manuel Rivas) y vasco (Bernardo Atxaga), el resto, la gran mayoría, son autores que utilizan el español. De todos ellos se incluye un único cuento, excepto de Manuel Chaves Nogales, Max Aub y Juan Eduardo Zúñiga, de quienes se recogen dos narraciones.
6. La editorial Cántico premia un ensayo sobre la realidad gay en el mundo cofrade
La primera edición del premio Teorías Queer y Crip 'Sonia Rescalvo Zafra' galardona al sevillano Jesús Pascual. [Rosario Ostos | Cordópolis]
El primer premio de Teorías Queer y Crip 'Sonia Rescalvo Zafra', impulsado por la editorial Cántico, ha otorgado este galardón a un ensayo que aborda la vivencia de las identidades disidentes en el ámbito de la Semana Santa sevillana, firmado por Jesús Pascual bajo el título Romance de las otras. El jurado, compuesto por el escritor y activista queer Rodrigo García Marina, el escritor y artista plástico Manuel Mata, la poeta Victoria García, el rapero y vocalista de la banda electro-queer “Las bajas pasiones” Dani Vera (Trusty) y el editor Raúl Alonso, ha destacado “el rigor de su revisionismo histórico partiendo de los testimonios de personas que reivindicaron su identidad LGBTQ en la época de Franco y sus modos de supervivencia”.
BREVES
La escritora estadounidense Barbara Kingsolver gana el Women’s Prize for Fiction 2023
'Allí donde se queman los libros', un recorrido por 50 años de agresiones a la cultura
El festival Ja! traerá a John Banville y recordará a Fernando Marías