La colonización que España olvidó
Clipping | 10 de junio de 2024 | #349
La dictadura franquista construyó 300 pueblos en zonas rurales vacías. Un libro de Marta Armingol y Laureano Debat rescata su historia. [Daniel R. Caruncho|Coolt]
Hasta 1971, el INC proyectó 300 pueblos de colonización por toda España, en los que se instalaron alrededor de 55.000 familias. Un experimento migratorio sin precedentes en el país que, no obstante, cayó en el olvido: hoy, más allá de historiadores y académicos, pocos conocen este episodio.
Contra esa desmemoria lucha el libro Colonización. Historias de los pueblos sin historia (La Caja Books, 2024), escrito a cuatro manos por Marta Armingol (1982) y Laureano Debat (1981). Durante cuatro años, los dos autores visitaron un centenar de pueblos de colonización para recoger testimonios de sus primeros habitantes y sus descendientes, voces que complementaron con ingente información recabada en archivos y publicaciones especializadas. El resultado es un texto híbrido que se mueve entre el ensayo y la crónica, conjugando con habilidad la panorámica general con la mirada íntima.
La experimentación, se lee en Colonización, no sólo fue arquitectónica, sino también artística: las iglesias de aquellos pueblos se llenaron de pinturas, vidrieras y esculturas que coqueteaban con el estilo abstracto. Una revolución plástica en la que tuvo mucho que ver el propio Fernández del Amo, que en la década de los cincuenta fue director del primer Museo de Arte Contemporáneo de España y que para sus proyectos del INC contó con artistas en las antípodas del conservadurismo del régimen, como los del grupo El Paso.

Los colonos recibían una parcela de tierra cultivable, una casa, una vaca lechera preñada —la cría se la tenían que devolver al INC—, gallinas, cerdos y aperos de labranza. Nada de eso era un regalo: los colonos tenían que pagar a plazos su vivienda y entregar parte de la producción agrícola al Estado. A las mujeres —a las que el libro les dedica todo un capítulo— el régimen les otorgaba un papel secundario, a pesar de que ellas asumían una doble carga de trabajo: la del campo y la del hogar. “El mensaje oficial era de completa subordinación”, dice Marta. “Fueron mujeres que no tuvieron opción: atender a los chicos, limpiar la casa, labrar la tierra …”, añade Laureano.
Por otro lado, los dos autores confían en que su libro ayude a poner en valor el patrimonio arquitectónico y artístico de los pueblos, los cuales se enfrentan desde hace años a un dilema: mantener su aspecto original o hacer tabla rasa para adaptarse a las nuevas necesidades de sus habitantes. “No existe una ley nacional al respecto”, dice Laureano, “así que cada pueblo actúa por su cuenta”. Definir un modelo que sirva para todos es complejo. Para Marta, lo ideal es que sean los “propios habitantes de los pueblos los que se enorgullezcan de su patrimonio y vean cómo hay que protegerlo”.
2. Annie Ernaux: “A muchos no les queda nada más que la violencia. A veces, está justificada”
Además, acaba de publicar Lo que ellos dicen o nada (Cabaret Voltaire), una de sus primeras novelas, y la traducción catalana de El lloc (Angle), el libro sobre la muerte de su padre con el que se ganó la fama a mediados de los ochenta. [Álex Vicente|El País]
P. ¿Qué ha cambiado el Nobel? R. El premio me ha convertido en un personaje público. Antes solo era una escritora. Ahora soy un icono, un símbolo, todas esas palabras pomposas que carecen de significado para mí. Me sentí como esa Virgen, Notre-Dame de Boulogne, a la que pasearon por parroquias de toda Francia al terminar la II Guerra Mundial.
P. No parece que le haga muy feliz. R. No, nada feliz. Lo que me satisface es ver a esos jóvenes lectores que me conocen por las traducciones que se han hecho gracias al Nobel. Pero toda la parte oficial se me ha hecho pesada. Me ha quitado tiempo para escribir.
P. En solo dos generaciones, su familia pasó de ser campesina y analfabeta a ganar el Premio Nobel. R. Eso debería ser lo normal. Lo anormal es que casi todos los premiados tengan ascendencia intelectual. Mi abuelo no sabía leer y mi padre nunca había oído hablar del Nobel. Yo supe lo que era a los 17 años, cuando lo ganó Camus. Todavía recuerdo su discurso de aceptación: “Quien eligió su destino de artista porque se sentía diferente aprende rápidamente que solo alimentará su arte y su diferencia admitiendo su parecido con todos”.
“He tenido muchas resistencias, en la derecha y también en la izquierda, y ahí siguen. ¿Sabe quién es ese tipo de derechas, el filósofo Pascal Bruckner? Un día encendí la radio y le escuché decir: “Annie Ernaux se está quejando todo el día cuando es multimillonaria”. Al margen de ser una calumnia, me parece de una extrema violencia. Que haya cientos de personas con patrimonios inmensos heredados de su familia no es un problema para nadie, pero que yo gane dinero…, ¡eso es inaceptable!”
3. El arte de las fotocopias: Zaragoza acoge su sexto festival de fanzines como una celebración de la libertad creativa
El centro cívico de Delicias albergará el domingo 23 de junio la cita de autopublicación más importante de Aragón, con artistas de las tres provincias e invitados ilustres de Madrid, Barcelona, Toledo, Zamora, Galicia y Extremadura. [David Chic|El Diario.ES]
Los fanzines, publicaciones autoeditadas, poco más que un manojo de fotocopias que nacieron como una herramienta de difusión de ideas alternativas asociadas a los ambientes contraculturales, se han convertido en el medio perfecto para explorar temas sociales, estéticos y políticos de actualidad. “La libertad creativa de los fanzines es muy grande, y eso se puede comprobar en el festival: vamos a poder encontrar desde fanzineras y fanzineros veteranos que no han perdido las ganas de seguir creando en este formato hasta jóvenes que comienzan a autopublicarse sus primeros trabajos, hay fanzines realizados por una persona y fanzines colaborativos realizados por un grupo”, asegura Romano. La integración es total. Cuando se habla de autoedición y fanzines no hay distinción en cuanto a edad, sexo o clase. Tampoco de presupuesto. “Aquí la gente viene a mostrar y contar sus historias y a pasarlo bien”, reitera.
4. Richard Ford, escritor: “Soy novelista, hombre blanco mayor, pero no voy a defender a todos. A Updike y Cheever, sí”
El autor estadounidense despide a su legendario personaje Frank Bascombe en ‘Sé mía’, su nueva novela. [Andrea Aguilar|El País]
P. En Sé mía Frank cuestiona la idea de la felicidad, ese derecho a ser feliz que tan arraigado parece estar en la cultura estadounidense. R. La misma Declaración de Independencia nos garantiza la búsqueda de la felicidad. Está en la mentalidad estadounidense que debemos ser capaces de alcanzarla. Quería abrir esa conversación en la novela, pero no es que necesariamente vaya en contra de ello. Personalmente creo que es algo a lo que debemos aspirar, yo no estoy dispuesto a renunciar a ello. Pero hay una cosa muy protestante en eso de pensar que eres feliz porque tú has creado esa felicidad en la que vives. Desde fuera otra persona puede verte como un desgraciado. La novela plantea una situación muy infeliz, un hombre que ve cómo se está muriendo su hijo.
5. “Existe algo parecido a una acumulación de pérdidas y están todas conectadas”
La editorial Errata Naturae ha publicado este año George, con la traducción de Regina López Muñoz. Se trata de un diario sobre la relación entre la autora y una urraca, que provocó que ahora, en un pueblo de Gales, cuide de más de catorce búhos y otros animales rescatados. [Gudrun Palomino|CTXT]
P. ¿Cuál fue la lección que le enseñó George? R. Lo que he aprendido de George es que puedo comprometerme en un proyecto de atención y cuidados. No sabía si podía comprometerme a él, o cuánto podía hacerlo, hasta que se fue. Me enseñó también a vivir con mucha mierda de pájaro y a no tomarme la vida demasiado en serio. A veces nos tenemos que reír de nosotros mismos. A veces me miro a mí misma, a los búhos, a las mierdas de los pájaros y a los hurones y me digo: sí, sí que tengo que reírme. Así que entre George y mi padre me llevo muchas lecciones vitales buenísimas.
6. El Retiro de las Letras, la librería del Retiro
En los márgenes del Retiro, se inauguró días atrás una valiosa librería para el parque. [Carmela García Prieto|EPE]
En los márgenes del Retiro se inauguró días atrás una valiosa librería para el parque. Ahora, los libros y el Retiro, tan unidos por la Feria del Libro de Madrid, se enlazan ya de forma perenne. La colombiana Isabel Giraldo, con la ayuda de su socio Juan Mora, ha concentrado en su pequeño espacio la amistad de todos los militantes de la literatura de España y América Latina, y la de las editoriales que elaboran su catálogo con auténtica devoción.
7. Fallece el poeta aragonés Rosendo Tello, último representante de la Peña Niké
Tras su fallecimiento, Aragón dice adiós al último representante vivo de la llamada Peña Niké, fundada por Miguel Labordeta en los años 50. [R. L. M.|El Periódico de Aragón]
El gran poeta aragonés Rosendo Tello Aína (Letux, 1931) ha fallecido este sábado en Zaragoza a los 93 años de edad. El Premio de las Letras Aragonesas de 2005 llevaba ya mucho tiempo arrastrando problemas de salud, sobre todo desde el fuerte ictus que sufrió en 2009 y que le privó incluso del habla. Tras su fallecimiento, Aragón dice adiós al último representante vivo de la llamada Peña Niké, fundada por Miguel Labordeta en los años 50.
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Por Rocío Wittib.