Las editoriales indómitas se asientan en la Feria del Libro de Madrid con un requisito: saltarse las normas
Clipping | 6 de junio de 2024 | #347
Más de 40 sellos no convencionales pasan por la cita literaria más importante de Madrid unidos por no seguir los canales habituales de distribución, prescindir del ISBN en algunas publicaciones y entender el libro como un formato más allá del contenido. [Guillermo Martínez|El Salto]
Pepe Olona es el coordinador de la feria Indómitas, surgida al calor del Festival POETAS desde su nacimiento, en 2005. También responsable de la librería Arrebato, afirma que su fijación siempre ha estado focalizada en los libros raros, esas extrañezas que superan al formato para que, a través del medio, también llegue un peculiar mensaje. “La presencia de las Indómitas en la FLM desde el año pasado supuso su desvinculación, por decirlo de alguna forma, del Festival POETAS”, explica. Uno de los aspectos que une a estas editoriales es la distribución de los ejemplares, que nunca sigue los canales habituales.
Pero, ¿qué son las editoriales indómitas? Olona responde: “Aquellas revistas ensambladas, fanzines, libros objeto, libros de artista… Todo tipo de publicaciones que, tanto en producción como en distribución, se salen de los caminos marcados”.
Así las cosas, para poder disfrutar de una caseta en la FLM debes cumplir una serie de requisitos, entre los que se encuentra pertenecer al gremio, haber publicado un número determinado de títulos y que tengan ISBN. “Para ser indómito, como mínimo, debes incumplir una norma de las establecidas por la FLM”, comenta con algo de sorna el propio Olona. Y lo indómito, como siempre, no conoce fronteras, por eso en esta subferia dentro de la gran FLM hay creadores y editoriales llegadas desde Chile, Argentina, Perú, Alemania, Portugal y Polonia, además de España.
El editor de Aguas Mayores, Guillem González, también habla de su paso por Indómitas experimentado este fin de semana: “Somos un sello centrado en la ironía, el arte y en lo que podemos llamar arqueología digital, en el sentido de profundizar en internet y en las redes sociales para observar cosas que nos interesan a nivel artístico”, introduce. Desde ensayo filosófico a fotolibro, el tratamiento que Aguas Mayores da a sus creaciones supera lo esperable por el público de masas.
Desiré Rubio es editora del sello Escrito a Lápiz, desde donde crean lo que denominan libros objeto, libros de artista y objetos de reacción poética. “Abordamos el libro desde diferentes lugares, tanto desde su intervención como el juego que nos da el formato y la palabra”, dice. En su caso, los ejemplares que publican carecen de ISBN: “Son ediciones y piezas numeradas, de tirada pequeña. Por eso, me alegro de que la FLM demuestre esta apertura a tener presente este tipo de publicaciones no tradicionales y apoye la diversidad del libro”.
2. Bilbao, cuna de editoriales independientes que se abren paso en la Feria del Libro
Los editores y editoras de Bizkaia valoran de manera muy positiva su presencia en el zoco literario: "Podemos dar a conocer nuestro catálogo", cuentan a DEIA los responsables de Viento Norte. [Alejandro López|Deia]
Juan Infante se resguarda del sol en la caseta de Cosecha Negra, la editorial que ha editado su última novela (Un gángster en Olabeaga), con la acude a la Feria del Libro que se celebra hasta este domingo en la villa. Como todas las que publican los cosechantes, la que firma es una historia truculenta, tremebunda. En este zoco se codea con otras casas similares como Consonni –editorial con sede en Bilbao centrada en autores LGTBQ+ y feministas– o Viento Norte.