Clipping | 12 de mayo de 2025 | #525
Voces del sector editorial cuentan las vicisitudes de los textos descartados con motivo de un libro que fantasea sobre su contenido. [Sergio C. Fanjul|El País]
“Recibimos todo el tiempo manuscritos, ya sea por la web, por mail o físicamente, folios encanutados. Algunos hasta diseñan la cubierta, como para ahorrarnos trabajo. O mandan su libro autoeditado, como si eso aumentara las posibilidades de ser seleccionado”, dice María Fasce, directora literaria de Alfaguara, Lumen y Reservoir Books. Suele existir la creencia de que mandar un manuscrito a una editorial equivale a tirarlo a la basura, pero, buenas noticias, resulta que las editoriales los tienen en cuenta.
Fasce asegura que en sus sellos se da respuesta a todo. Eso sí, las posibilidades son remotas. Más que tirarlo a la basura, mandar un manuscrito no solicitado es como lanzar un mensaje al mar en una botella. Puede llegar a puerto, pero solo empujado por corrientes muy favorables. Y eso que en España se publican, entre todo tipo de artefactos librescos, unos 90.000 títulos al año. Algunos autores inéditos tratan de llamar la atención en medio de todo este jaleo: envían grandes cajas decoradas o camisetas de merchandising.
Las agencias literarias, esas que median entre autores y editoriales, también reciben manuscritos. “Es una locura, recibimos unos 25 de media cada semana”, dice Palmira Márquez, directora de Dos Passos. El género que más se les aparece es el thriller. A pesar de que en su web comunican que ya no aceptan más, hay escritores que se presentan corpóreamente en la agencia para pedir una cita. En su caso, no les da la vida (laboral) para responder a todos. Eso sí, prestan especial atención a esos que les llegan de editores que no les ven cabida en su sello (pero puede que sí en otros) o recomendados por los escritores representados por la agencia (que llegan casi al centenar).
“Estuve mandando mi novela Submáquina durante seis años a diferentes editoriales y muchas hacen esa cosa tan española que es que no te dicen que no, no te dicen nada, y entonces yo esperaba y esperaba”, cuenta García Llovet. “También guardo cartas de rechazo que son elegantes y muy explícitas, como para ponerlas en un marco”, añade. Como se hartó de este mundo, de los constantes intentos por publicar dándose con la cabeza contra un muro, escribió un libro con un título muy apropiado: Cómo dejar de escribir. Hizo un último intento.
2. Lo bueno, si breve… éxito literario
En los últimos tiempos, las librerías se han llenado de libros cuya principal característica es la brevedad. Una tendencia en la que confluyen la calidad literaria y los nuevos hábitos de lectura. [Eduardo Bravo|EPE]
En los últimos tiempos son varias las editoriales que han decido apostar por el formato recoleto y el texto breve. Una propuesta que, lejos de ser una excentricidad, continúa una tradición que se remonta al bolsilibro de quiosco y a la aparición de las nuevas editoriales durante el tardofranquismo y los primeros años de la democracia.
Después de cinco años trabajando en Lumen, De Moura había decidido abandonar la compañía para fundar Tusquets, editorial cuyos primeros títulos fueron esos libros tan escuetos que pocos confiaban en que fueran rentables. «Esther [Tusquets] me dijo que los libros que yo quería publicar eran restos de la literatura que ella había hecho, de sus aciertos editoriales […]. Era una lástima que esos textos no estuvieran en forma de libro, pensé, y reuní bastantes para la colección que bauticé como Cuadernos Marginales», recordaba De Moura.
Los sellos independientes también están enriqueciendo sus catálogos con estos formatos. «Los libros extensos no han perdido relevancia, pero nos interesaba complementar nuestro catálogo con obras que hasta ahora no tenían cabida y ofrecer al lector textos cortos que nos parecen imprescindibles», comenta Aurora Cuito, gerente de Libros del Asteroide.
3. El lugar del autor en la cadena de valor del libro
La necesidad de modificar el sistema actual no solo es porque el autor, proveedor esencial, es el último en cobrar, sino también porque vive otra situación contradictoria: no cobra por su trabajo -que es escribir- sino por los ejemplares que se venden, aunque vender sea el trabajo de la editorial. [El Blog de Guillermo Schavelzon]
Hay dos cosas que la digitalización podría resolver con facilidad: la primera es la penosa situación del autor dentro de la cadena de valor del libro, y la segunda es el sistema de comercialización mayorista, responsable de que ni las editoriales ni los autores sepan con precisión cuántos ejemplares se han vendido de cada libro.
Del dinero que aporta el lector, al autor le corresponde un porcentaje (el tradicional 10%), que demora en llegarle entre seis meses y un año, y a veces más. Un tiempo de viaje incomprensible en esta época de velocidad digital, que genera pérdida del valor adquisitivo original (inflación, devaluación, cambios de moneda, comisiones bancarias) que produce un gran malestar en el autor y es imprescindible modernizar. Hacerlo no es sencillo, porque hay que reconstruir la cadena tradicional, incluyendo el sistema de comercialización del libro. Son cambios que requieren de acuerdos colectivos entre todos los sectores, de los que ni siquiera se escucha hablar.
4. Mònica Batet, escritora: “Las únicas historias que interesan hoy son las que cuentan las 'influencers' en TikTok”
La autora publica en castellano 'Una historia es una piedra arrojada al río', una novela que reflexiona sobre la importancia del folclore en las sociedades, las relaciones familiares y la perversidad de los regímenes autoritarios. [Jordi Sabaté|El DiarioES]
Una historia es una piedra arrojada al río (Las Afueras, 2025) es una novela de apariencia sencilla, pero que esconde una estructura compleja, un río de cuentos ramificados en un solo final del que tenemos referencia al principio y al término de la obra. Porque se trata de una novela que precisamente aborda la importancia de las historias contadas en la tradición oral, es decir del folclore, como elemento que permite a las sociedades explicarse a sí mismas y, por tanto, perpetuar su identidad.
“A mí lo que me interesaba explicar es cómo se cuentan las historias, cómo se transmiten y también cómo se manipulan de modo que van mutando”, expone la autora, que ve el folclore “como herramienta para contar la sociedad y el mundo en general”. Añade Batet que le interesa “el hecho de cómo el ser humano sobrevive día a día en un estado totalitario”. Esos son los ejes de Una historia es una piedra arrojada al río.
5. La Cuesta de Moyano cumple 100 años
La Cuesta de Moyano no ha envejecido: ha madurado como los buenos libros. [María José Solano|Zenda]
La Cuesta de Moyano ha cumplido cien años y nadie ha tirado un sombrero al aire ni un tomo de Galdós al cielo. Porque Madrid no celebra como otras ciudades, Madrid resiste, rumia, se despeina al sol de mayo con los libros viejos. La Cuesta no es cuesta, es una columna vertebral de papel en mitad del Retiro, una espina que resiste gracias a quienes aún creen que los libros se tocan, se huelen, se palpan con los cinco sentidos y un sexto: la nostalgia.
De la Guerra Civil a la Covid: 100 años de resistencia en la Cuesta de Moyano [El Cultural]
6. El precio del amor, según Carlos Pardo: “La mentalidad de huevo Kinder se ha colado en todo”
El escritor retoma el aliento poético en ‘La comedia de la carne’ (La bella Varsovia), un poemario que desmitifica el amor partiendo del enamoramiento. [Juan Velasco|Cordópolis]
“Una de las tramas del libro es aprender a estar solo. Pero, a mí lo que me interesa en general es la capacidad que tiene la literatura en general, y también la poesía, de desenmascarar la realidad y de ser casi como un ensayo. O sea, de tener una ambición crítica. Y este libro, a través de pequeños detalles, habla de toda esa especie de clientelización del amor, de estos tópicos y estos clichés de “quiérete antes a ti mismo”. Del imperio de la autoestima, de cómo se nos ha colado el capitalismo también -el capitalismo duro, además- en la relación de los amantes”.
BREVES
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Acompañan:
Señalador es un clipping de noticias del sector editorial en España. Un resumen diario de la información más importante publicada en medios digitales y portales especializados.
Por Rocío Wittib