Muere Marc Augé, el antropólogo que introdujo la idea del "no lugar"
Clipping | 25 de julio de 2023 | #156
El sociólogo tenía 87 años y una amplia obra a sus espaldas que había llegado al gran público gracias a títulos como 'Las pequeñas alegrías' o 'Tiempo sin edad. La vejez no existe'. [Leonor Mayor Ortega | La Vanguardia]
El antropólogo francés Marc Augé ha fallecido ayer a los 87 años, según informó el diario italiano La Repubblica. Augé fue muy conocido por sus estudios de etnografía, etnología y sociología. Además, introdujo el concepto de "no lugar" para referirse a esos sitios de tránsito que no dejan huella en las personas como un aeropuerto, una habitación de motel o un supermercado.
Augé murió en Poitiers, su ciudad de nacimiento, aunque vivió en París. Doctor en Letras y Ciencias Humanas, contribuyó al desarrollo de las disciplinas africanistas y elaboró una antropología de los mundos contemporáneos centrando su mirada en la dimensión de la vida cotidiana y la modernidad.
Su conocimiento del ser humano permitió también a Augé reflexionar sobre la sociedad moderna, el consumo o el individualismo: "Estamos en una sociedad de consumo, que define nuevos modos de individualidad. Se asocia menos a la idea del capitalismo la del individuo emprendedor, a pesar de que esta imagen existe aún. En el nivel de las grandes masas, portarse bien es consumir mucho. El índice de consumo es el índice de salud de un país. El consumo se dirige a individuos tipo, que son la imagen de los consumidores. Tenemos interlocutores ficticios en la televisión, pero que cumplen un papel importante para el consumidor. Hay gente que no soportaría vivir sin tener su cita diaria con el noticiero o con el reportaje del sábado. Esta relación estructura el tiempo", apuntaba en una entrevista concedida a La Nación.
2. Elizabeth Strout: “No veo cómo en EE UU podemos encontrar un camino para volver a unirnos como país”
La escritora publica ‘Lucy y el mar’ y describe el motor de su escritura: “Quiero saber qué se siente siendo otra persona”. [Berna González Harbour | El País]
Elizabeth Strout sabe descender al nivel más íntimo del estado de ánimo de personajes sin épica y capturar la esencia de sus sentimientos. Después, convierte su zozobra y sus dificultades en épica en sí misma. Lo consiguió con creces en Ay, William, finalista del Premio Booker, y lo ha vuelto a hacer con Lucy y el mar, nueva entrega publicada en Alfaguara de la serie que inició en 2016 con Me llamo Lucy Barton.
P. El trumpismo atraviesa su libro como atravesó la pandemia y la convivencia en EE UU. ¿Cómo ve ahora la convivencia en su país? ¿Es más difícil que antes? R. Se está convirtiendo en algo cada vez más difícil. Hay familias divididas que eligen no hablar de ello o ni siquiera verse. Hay amistades divididas que optan por no hablar de la situación o incluso por dejar esa amistad. Y esto no está mejorando.
P. ¿Cómo vive usted con ella y con todos estos personajes que va trayendo de otras novelas? R. Cuando escribo intento quedarme dentro del carácter del personaje. Paso tanto tiempo con cada uno y me concentro tanto en ellos que se vuelven muy, muy reales para mí. Y cuando termino no desaparecen, sino que siguen dando vueltas en mi mente. Cuando me doy cuenta, estoy pensando: “¡Oh! Tal personaje puede vivir ahí, en esa casa, y puede ser amiga de Lucy Burton”. Todo esto se va conformando de una forma orgánica para mí y por eso esas personas siguen dando vueltas en mi mente durante mucho tiempo.
3. Naoise Dolan, escritora de 'La pareja feliz': “Muchos vivimos y trabajamos en un entorno que provoca depresión”
Con apenas 31 años, Noise Dolan ya tiene dos novelas publicadas y su éxito recuerda al de Sally Rooney; la primera de sus obras se adaptará a formato serie y fue finalista de reconocidos galardones. [Carmen López | El DiarioES]
Luke es un infiel incorregible. Celine es una virtuosa del piano más interesada en la música que en la vida familiar. Son pareja y se van a casar dentro de un año. Durante ese tiempo, deberán encontrar la felicidad o, al menos, es lo que ellos creen. Esta es la sinopsis de La pareja feliz, la nueva novela de Naoise Dolan que acaba de publicar en España la editorial Temas de hoy traducida por Esther Cruz Santaella. La escritora forma parte de esa nueva generación literaria irlandesa capitaneada por Sally Rooney, que se escapa de esa denostada calificación por su crítica al amor romántico y porque cuentan sus historias con perspectiva de clase, género y LGTBI+.
La importancia de la salud mental y la necesidad de mejorar la atención a problemas como la ansiedad, el ‘burnout' o la depresión que ella misma ha sentido le parece importante, pero cree que deberían tratarse desde otros marcos terapéuticos menos individualistas que los habituales. “Muchos de nosotros vivimos y trabajamos en un entorno que provocaría ansiedad, agotamiento o depresión a cualquiera. Por mucho que nos esforcemos en superar nuestros traumas infantiles, si nuestro entorno actual no mejora, seguiremos enfermos”, comenta. “Por supuesto, no se trata de lo uno o de lo otro. Es bueno prestar atención a la salud mental a nivel individual, pero también hay que tenerla en cuenta cuando hablamos de vivienda, empleo o cambio climático”, matiza.
4. Ursula K. Le Guin, del espacio exterior de la ciencia ficción a la poesía cotidiana
Nórdica publica 'En busca de mi elegía', una antología del lado menos conocido de lamaestra de la ciencia ficción donde abordaba sus preocupaciones sobre la guerra, la naturaleza o el oficio de la escritura. [Marta Ailouti | El Cultural]
Nórdica publica una completa antología de sus versos, En busca de mi elegía, traducida por Andrés Catalán, donde reúne por primera vez en castellano el trabajo de toda una vida. Una selección de más de medio siglo de escritura, compuesta por 70 poemas seleccionados y 77 nuevos títulos que abordan temas como la guerra y la creatividad, la maternidad o la naturaleza, desde la perspectiva más personal y terrenal de la escritora del espacio exterior.
De hecho, Le Guin muestra en estos versos una necesidad de escribir totalmente diferente al de la ciencia ficción. "Utiliza un verso muy sencillo, bastante transparente y accesible, no toma grandes riesgos poéticos. Un lector medio de poesía se va a sentir muy cómodo con ellos. Tampoco tiene voluntad de pasar a la historia por su poesía, yo creo que lo utiliza más como una dinámica de trabajo cotidiana, más allá de encontrar una voz propia como poeta, que ya lo hizo en el género de la ciencia ficción, donde su voz es claramente importante", reflexiona Moreno.
5. Viaje de vuelta
La primera novela de Alberto Cascón, 'Los que vienen' (Ya lo dijo Casimiro Parker), plantea dos paradojas: la huida imposible y la muerte imposible. [César de Bordons | Diario de Sevilla]
En Los que vienen, la primera novela de Alberto Cascón (León, 1989), se dan estas dos paradojas: la huida imposible y la muerte imposible; con más mérito aún porque en España no es fácil que se haga caso a los autores jóvenes, especialmente a los que pueden aportar algo, pero la editorial Ya lo dijo Casimiro Parker, más dedicada hasta ahora a la poesía, lo ha hecho, y eso también es una buena noticia. Los que vienen es la advertencia de que el pasado, cuando vuelve, lo desequilibra todo y nos obliga a buscar de nuevo nuestro sitio. La muerte, el amor o la amistad van arrancando en estas páginas pequeños pedazos de memoria que conviven con el presente igual que los fantasmas con los vivos.
Miguel, el protagonista, es un joven médico madrileño que, para huir de una serie de acontecimientos desgraciados que iremos descubriendo según avanza la lectura, se refugia en una pequeña explotación apícola calabresa. En ese ambiente nunca paradisiaco lucha con los recuerdos y con la escritura, en la que quiere encontrar una suerte de remedio, fiándose al legendario poder terapéutico de la palabra escrita. El atasco literario se convierte en la imagen perfecta del desastre anímico: Miguel no escribe, pasa horas sentado delante del ordenador y no es capaz de sobreponerse a la página en blanco.
6. Palabras y cosas, un reducto de los libros de calidad
La corriente que atraviesa el pequeño patio hasta la entrada lleva consigo el perfume de las páginas leídas. [Carmen García Prieto | EPE]
Teresa no vive de esto. Ella siempre fue lectora "leona impenitente" de libro nuevo, pero en la primera librería donde trabajó aprendió el modelo londinense, que combina libro viejo y de oferta. Su negocio pasó por la Corredera Alta de Madrid y, hace 20 años, Palabras y Cosas aterrizó en la zona de Almagro. No es una librería de saldo, es un reducto donde los libros del siglo XX de calidad esperan a encontrar su hogar.
Una primera edición de la Escuela de Robinsones, la Biblioteca de Obras Famosas y un Peter Pan desplegable de los años 30 aguardan, rodeados de cuadros maravillosos, también en internet y en el corazón de su librera. "Hasta que la salud y la vida me retiren", dice.
BREVES
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