Muere Roberta Marrero, artista, escritora y referente LGTBIQ+, a los 52 años
Clipping | 20 de mayo de 2024 | #334
La autora de libros como ‘El bebé verde’, ‘Todo era por ser fuego’ y ‘Derecho a cita’, convertida desde hace años en icono cultural, se suicida tras dejar escrito en una nota: “Os quiero a todos”. [Pablo León|El País]
Roberta Marrero (Las Palmas de Gran Canaria, 1972-2024) se ha despedido repartiendo amor: “I love you all”. Os quiero a todos, dejó escrito en su nota final esta artista, dibujante, poeta, escritora… Un icono cultural —conocida primero como dj, y más tarde como creadora y activista— y un referente del colectivo LGTBIQ+. “El + nos ha dado mucho: nos ha dado tranquilidad inclusiva sin tener que estar siempre nerviosas por si nos hemos olvidado de alguna letra”, argumentaba con una sonrisa Marrero, que falleció la noche del viernes. Se quitó la vida a los 52 años.
Autora de Dictadores (Hidroavión, 2015), donde llamó la atención con sus dibujos a diversos tiranos históricos; destacó poco después, en 2016, con El bebé verde (Lunwerg), novela gráfica en la que narró su niñez y juventud trans: “Sufrir bullying en el colegio es una mierda. Si no mueres a causa de una paliza, creces odiando. Tu autoestima acaba hecha pedazos y es necesario mucho trabajo para reconstruirla”.
Una historia autobiográfica que, en palabras de ella misma, “hablaba de una realidad que no está muy explorada: personas trans contando nuestra propia historia sin victimismo, pero sin endulzar”. Un camino narrativo también investigado por autoras como Alana S. Portero, Camila Sosa Villada; o Valeria Vegas. “La gente indomable sigue existiendo, pero no sale en los medios, nosotras salimos porque hablamos bien, porque no somos putas. Es así de horrible, pero somos las buenas fieras”, le decía Marrero a Portero hace poco, en una entrevista en Eldiario.es.
En 2018, publicó We Can Be Heroes. Una celebración de la cultura LGTBQ+ (Lunwerg), en la que visibilizó referentes que han sido parte del colectivo: “Hay mucha gente de nuestro colectivo que no conoce los hitos de nuestra historia”. En los últimos dos años había lanzado sendos poemarios atravesados por ella misma, por su vida, sus vivencias y experiencias: Todo era por ser fuego. Poemas de chulos, trans y travestis (Continta me tienes, 2022); y, el más reciente, Derecho a cita (Continta me tienes, 2024). “Una confesión real, con elementos de ficción, recursos literarios, pero son poemas bastante confesionales”, describía.
2. Esther López Barceló: "La nostalgia es el privilegio de los vencedores"
Publicado por Barlin, ‘El arte de invocar la memoria’ planta cara al olvido colectivo recorriendo las heridas abiertas por la dictadura franquista. [Lucía Márquez|Murciaplaza]
P. Tu ensayo es, entre otras cosas, una carta de amor a la arqueología. Incluso defines la exhumaciones como una “política de cuidados”. R. No se puede silenciar algo que ya hemos visto y en eso la arqueología es una aliada fundamental. Hemos excavado y encontrado los huesos de abuelos y bisabuelas. Sin la arqueología, en este país habría negacionismo. Gracias a esas fosas sabemos que desde el final de la contienda se asesinó sistemáticamente al oponente político. No hablamos de la Guerra Civil, sino de las víctimas que se llevó por delante la dictadura ya instaurada. Y no hablamos de fosas de los golpistas porque fueron exhumadas desde el 36, cuando Franco empezó a promulgar decretos al respecto.