Simón López Trujillo explora ‘El vasto territorio’
Emerge como una de las figuras más prometedoras de las letras chilenas
Clipping | 13 de febrero de 2024 | #270
El autor chileno mezcla hongos, extractivismo forestal y religión en su novela de debut, escrita “robando tiempo al dios del capitalismo”. [Albert Gómez | Coolt]
Karen Barad, la pionera feminista, ha dedicado gran parte de su trabajo a demostrar que lo humano está compuesto de agencias inhumanas (bacterias, aminoácidos, feromonas, electrones y átomos). Otra pionera, Donna Haraway, ha señalado numerosas veces la necesidad de nuevos parentescos animales y vegetales. Esas dos sensibilidades, ambas muy ecologistas, atraviesan el debut literario de Simón López Trujillo (Santiago de Chile, 1994), El vasto territorio, que este 2023 editó Caja Negra tras su publicación original en Alfaguara.
P. ¿Cuáles son tus influencias a nivel experimental? R. Particularmente, en esta novela traté de poner en obra la idea de la conversación de Rosmarie Waldrop y Keith Waldrop, dos poetas de vanguardia que tenían la idea preciosa de la literatura no como un canon, sino como un diálogo entre autores y autoras jóvenes y viejos, vivos y muertos, que permiten que el texto finalmente exista. Hay en el texto reescrituras de Juan Rulfo, influencias de Guadalupe Santacruz o Cynthia Rimsky. Hay relecturas de Spinoza como un pensador latinoamericano. Algunas partes de su Tratado de la reforma del entendimiento son reescritas y mezcladas con trozos del Apologético de Juan de Espinosa Medrano, un poeta barroco del siglo XVIII.
“Es una novela que cita muchísimo a las fuentes que hacen posible su escritura. Quería revisitar cierta tradición del realismo social chileno de vanguardia y me parece importantísimo leer autores como Marta Brunet, Carlos Droguett o Manuel Rojas, que si bien trabajan contenidos sociales también complementan eso con una experimentación formal. Quería tratar de asumir un diálogo con esas formas que fuera más allá de los estereotipos. Luego hay que pensar cómo esas nuevas formas conducen a la acción”.
2. El llibreter assassí de Barcelona torna a actuar
Sylvia Lagarda-Mata guanya la segona edició del premi Santa Eulàlia amb una novel·la que recupera un criminal llegendari del segle XIX. [Jordi Nopca | Llegim]
El primer assassí mediàtic de Barcelona tenia una relació malaltissa amb la literatura. Va actuar, suposadament, durant el primer terç del segle XIX, i al cap dels anys es va descobrir que era una invenció de la premsa francesa. El cas va ser tan popular que fins i tot un tòtem de la literatura com Gustave Flaubert li va dedicar un conte, Bibliomania (1837), abans que altres autors del país s'hi sumessin, com ara Charles Nodier i Jules Janin. A Barcelona va ser Ramon Miquel i Planas qui va aprofundir en el personatge a La llegenda del llibreter assassí de Barcelona (1928).
Gairebé un segle després de l'aproximació de Miquel i Planas –revisitada per Marcel Fité a La veritable història del llibreter assassí de Barcelona (Edicions de 1984, 2020)–, Sylvia Lagarda-Mata hi ha tornat, i la seva aproximació ha merescut el segon premi Santa Eulàlia de novel·la, dotat amb 25.000 euros i convocat per l'editorial Comanegra i el grup Focus. Veus de mort als encants vells transforma aquella història truculenta en una novel·la de misteri i acció protagonitzada pel primer detectiu de la història, Auguste Dupin, ideat per Edgar Allan Poe a Els crims de la rue Morgue (1841). "Va ser Poe qui va crear la novel·la detectivesca –afegeix l'autora–. El que planteja la novel·la és que, a través del detectiu de Poe i el seu ajudant, s'arribi a resoldre la llegenda del llibreter assassí".
3. Silvia Bardelás, editora de De Conatus y profesora de creación literaria: "Hoy se publican libros para alimentar la conversación de moda"
Hace seis años fundó con su amiga Beatriz González este sello cuyo nombre homenajea a Spinoza y en cuyo catálogo está el último premio Nobel, Jon Fosse. [Carmela García Prieto | EPE]
El nombre viene de la afición de ambas por Spinoza y su teoría del conatus, lo que todos buscamos para completarnos: "Nos pareció que eso era precisamente lo que hacen los personajes en los libros". Empezaron con el listón muy alto, traduciendo a Joshua Cohen primero y a Jon Fosse después.
"Publicamos ocho libros al año, porque nos gusta hacerlo de forma casi artesanal", explica, y esa filosofía no ha cambiado, incluso con el Premio Nobel: "Sí ha dado cierto aire a la editorial, pero sobre todo nos permite seguir encontrando o cuidando a nuestros autores".
Acorde con su ideal de la literatura, le gustaría reivindicar "que un libro es una experiencia estética y no solo algo placentero, también un momento de concentración que otorga conciencia, otras formas de ver la vida". Ella ha observado que hoy "se publican libros para alimentar la conversación de moda, en vez de cosas que te obliguen a colocarte en otro lugar".
4. María Sánchez: "Mi escritura no existiría sin la mirada de mi labor de veterinaria"
Recién llegada de Andalucía, cuando María Sánchez se sentó a la mesa con sus suegros en Monforte, ellos bajaron la voz, pusieron la radio y escucharon las esquelas. El ritual le impresionó y de ahí salió 'Escoitar aos mortos', el artículo premiado con el Julio Camba 2024. [Ana Rodil | Diario de Pontevedra]
“Mi escritura no existiría sin la mirada de mi trabajo como veterinaria. No se pueden separar. Mi trabajo sirve para mejorar y dignificar el trabajo de las personas del campo, en especial de los pequeños proyectos. Si no fuese veterinaria no escribiría o escribiría diferente. Mi trabajo tiene una parte cultural también, de recopilar vocabulario, de ver la cultura que hay detrás del animal, historias de vida de los ganaderos... y mis libros, tanto ‘Tierra de mujeres’ como ‘Almáciga' vienen del mundo rural”.
P. Y tiene otro en el horno. R. A final de mes sale ‘Fuego la sed’, con La Bella Varsovia. Es poesía en la que se aborda la emergencia climática, que habla de aprender a amar de nuevo los paisajes en los que me crie, totalmente diferentes por ese cambio climático. Los animales y el territorio hablan.
5. El estoicismo encantado de Goran Petrovic
Al parecer, curiosamente, las Meditaciones son un pequeño best seller contemporáneo entre los jóvenes, también, sí, en España, ¿por qué será? [Laura Fernández | EPE]
La literatura subterráneamente efervescente de Goran Petrovic, el más genial, y divertido, el más enternecedoramente humano y rompedor —lo suyo es puro posmodernismo encantado— de los escritores serbios, podría considerarse estoica. Pero su estoicismo se acerca más a la resistencia romántica de cualquier película del director finlandés Aki Kaurismäki —no se pierdan Fallen Leaves— que a la rabia más o menos infantil de Alexander Payne. En parte, porque su estoicismo tiene una salida, y es siempre una que tiene que ver con el arte. En La Mano de la Buena Fortuna (Sexto Piso), el protagonista, un corrector literario pobrísimo —tan pobre que parece un personaje pobre de Dostoievski—, se muda, literalmente, al libro que está corrigiendo.
BREVES
Los vínculos secretos entre audiolibros y bosques [Ethic]
Mor Teresa d'Arenys, la poeta que aprofundia en la foscor [Llegim]
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Por Rocío Wittib.