Szymborska, personal y comprensible: cien años de la mujer que revolucionó la poesía del siglo XX
Clipping | 3 de julio de 2023 | #140
El 2 de julio de 1923 nacía la poeta polaca, galardonada con el Nobel de Literatura en 1996. Este es el recorrido por su perfil humano y literario. [Abel Murcia | El Cultural]
Hija de la época, su primera poesía, marcada fuertemente por la guerra y por los retos que se abren ante la nueva Polonia, se encuentra estéticamente inmersa en el denominado realismo socialista. Es el caso de sus dos primeros libros, Por eso vivimos (1942) y Preguntas a mí misma (1954), y de los poemas escritos entre 1945 y 1949, poemas que posteriormente su marido reunió y le regaló mecanografiados y que ella se negaría a publicar en forma de libro. El poemario, Canción negra, vería la luz en 2014, dos años después de su muerte.
Desde un uso de un lenguaje comprensible, sin complejos ante un desenfadado uso de la rima, especialmente en los poemas más lúdicos, o de la ironía o el humor como piedras de toque que inducen a la reflexión y que permiten huir de todo patetismo o sentimentalismo, [“No uso la desesperación porque no es cosa mía, / y solo me ha sido confiada en depósito” (“Paisaje”, de Mil alegrías, un encanto)]. Su poesía, repleta de preguntas –que no de respuestas; corresponderá al lector buscar las suyas–, con el escepticismo y la duda como ejes centrales y permanentes, más que convicciones tiene dudas, reflejadas en un “no sé” presente en toda su obra.
Son muchas las Szymborskas más o menos públicas, la Szymborska poeta, la Szymborska lectora, la redactora, la Szymborska “pseudo crítica literaria”... Hay también una Szymborska traductora, pero hay también una Szymborska amiga de sus amigos, juguetona, sensible, presente en sus collages, en sus juegos verbales (liméricos y demás formas), una Szymborska solidaria, y una Szymborska más íntima. Pronto aparecerá en la editorial Las afueras parte de su correspondencia con el escritor Kornel Filipowicz, su última pareja.
Szymborska: cinco libros esenciales y un poema inédito [Jaime Cedillo | El Cultural]
2. Las autoras perdieron presencia en las librerías en 2022
La Estadística de la Edición Española de Libros descubre que las autoras tienen menos espacio que los autores y cómo la producción de libros de no ficción se resiente ante la pérdida de obras firmadas por ellas. [Peio H. Riaño | El DiarioES]
El año 2022 fue un retroceso para las autoras en las librerías porque sumaron 16.157 títulos en papel, casi 800 menos que 2021. Los autores firmaron 27.980 títulos en papel. En el balance histórico, las autoras superan por poco el 26% de los títulos publicados en papel y puestos a la venta en estos comercios. Los autores sobrepasan el 45%. El 29% restante es ocupado por instituciones o entidades. Si incluimos todos los soportes en la ecuación, la desigualdad sigue creciendo porque ellas pierden una décima porcentual en 2022 y se sitúan en el 37,8% (24.885 títulos). Ellos representaron el 62% de los libros inscritos en el ISBN, es decir, 40.809.
De hecho, la desigualdad en el producto editorial queda contrastada con otro dato de la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística: en 2022 hubo más “escritoras, periodistas y lingüistas” que “escritores, periodistas y lingüistas”. Fueron 35.400 hombres empleados frente a 44.500 mujeres. Hay más trabajadoras que trabajadores para cuidar el trabajo de los autores.
En la creación literaria se repite la situación: los autores fueron el 63,1% y las autoras, el 36,7%. En este campo, las mujeres publicaron 7.886 títulos, un registro récord en la serie histórica. Pero un porcentaje del total menor que en 2021, porque los autores también marcaron cifra récord de publicaciones: 13.497 títulos. Casi duplicaron a las autoras en la creación literaria.
3. Censura de ‘Orlando’: Vox teme a Virginia Woolf un siglo después
El clásico cuya representación ha sido prohibida por la formación ultra en Valdemorillo relata la vida de un joven que, durante cinco siglos, será indistintamente hombre y mujer. [Laura Fernández | El País]
La obra ha ganado actualidad por una razón que va más allá de la literatura: una versión teatral ha sido rechazada recientemente por Vox en el Ayuntamiento de Valdemorillo (Madrid), donde la formación ultra regenta la concejalía de Cultura.
Orlando refleja la identidad múltiple de todo ser humano, y se sumerge en ella, decidido a considerarse a sí mismo una infinidad de posibilidades, y a comprobar cómo estas menguan por culpa de lo que los demás piensan. Si está considerada una obra cumbre del feminismo es porque la vida de Orlando no cambia cuando se transforma en mujer porque cambie de género, lo hace por la manera en que el mundo le trata a partir de entonces por ser una mujer. Su pérdida de derechos es instantánea, pese a que él, ahora ella, sigue siendo el mismo, por entonces ya la misma.
El filósofo Paul B. Preciado estrenará en octubre su propia adaptación de la novela, un híbrido entre el documental y la ficción con aspecto de relato coral sobre identidades trans y no binarias llamado Orlando, mi biografía política, multipremiado en la Berlinale. Se diría que, como su protagonista, Orlando puede adoptar distintas formas porque, como él, es un universo en sí mismo, negarse a adentrarse en él, y quedarse en la superficie, es no solo no haber entendido nada, sino temer llegar a hacerlo.
El productor de ‘Orlando’ pide al Ayuntamiento de Valdemorillo que admita que censuró la obra [Tomasso Koch | El País]
4. La editorial Debate publica la adaptación gráfica de El infinito en un junco
Apenas cuatro años después de su publicación, El infinito en un junco, de Irene Vallejo, acumula más de un millón de ejemplares vendidos en todo el mundo. [Zenda]
Este canto extraordinario al amor por los libros que ha seducido a millones de personas en todo el mundo emprende, el próximo 21 de septiembre, un nuevo vuelo en forma de adaptación gráfica a cargo del dibujante Tyto Alba. Publicado por la editorial Debate en una cuidada edición, la nueva obra acercará a los nuevos lectores la apasionante odisea de los libros a lo largo de la historia, además de hacer las delicias de los que ya disfrutaron del ensayo y están listos para emprender también la aventura ilustrada.
Tyto Alba (Badalona, 1975) es autor de cómics e ilustrador. Las obras que ha publicado a lo largo de más de veinte años de carrera muestran su versatilidad: ha firmado cómics en solitario (Dos espíritus, La casa azul, La vida, Fellini en Roma, Balthus y el conde de la Rola y Whitman), ha trabajado con guiones de otros autores (El hijo, Tante Wussi y Rara avis) y ha colaborado con escritores para adaptar sus novelas (Sudd, Sólo para gigantes y El olvido que seremos). Ha recibido el Premio Junceda en la categoría de cómic y el Premio Ciutat de Palma.
5. Así lloró Tolstói, así lo imagina Katia Guschina
Impedimenta publica este álbum ilustrado de la artista rusa que entre ficción y realidad, nos acerca desde otra perspectiva al espíritu de alguien que hoy lloraría mucho. [Eduardo Alimaña | MurciaPlaza]
Plantear una novedad editorial en torno al llanto habitual de un personaje literario tan conocido como el grandísimo escritor, uno de los mayores de la historia, Lev Tolstói, no deja de ser arriesgado. Más arriesgado si cabe en un contexto como el actual, con una guerra en Ucrania que ha convertido todo lo ruso en algo marginal, incluso al autor que hizo de la no violencia su forma de vida. Impedimenta publica ahora contra viento y marea este álbum ilustrado inesperado: obra de la artista rusa Katia Guschina, 100 razones por las que lloró Tolstói, es una aproximación única a una figura de la que se ha escrito muchísimo; más de lo que él escribió, que no fue poco.
El planteamiento de Guschina consiste en diseñar un sumario de instantes extraídos de la biografía y obra de Tolstói, pero también de licencias tomadas por la autora: retratos emotivos que buscan acercarnos al espíritu de un autor al que, pese a ser un hombre, y pese a ser un hombre ruso de su época, no le avergonzaba llorar. No cabe duda de que Tolstói hacía gala de una sensibilidad especial: no hay más que leerle para atestiguarlo.
6. 'La paciencia del agua sobre cada piedra', de Alejandra Kamiya
La autora argentina dibuja el silencio, la soledad, la memoria y la repetición en este libro de relatos. [Ricardo Baixera | EPE]
"Toda la oscuridad del mundo cabe en una habitación pequeña. Porque no deja intersticios como dudas. No distingue entre rincones o espacios abiertos, no hay para esa boca nada demasiado ínfimo ni demasiado grande. Es de lo que no tiene medida, como Dios o el miedo". Con este inicio fulgurante del primer cuento de La paciencia del agua sobre cada piedra (Eterna Cadencia), Alejandra Kamiya (Buenos Aires, 1966) logra convocar alrededor de este libro de relatos el modo en que se nombra el silencio, la soledad, la memoria y la repetición. Una muy medida consciencia narrativa es lo que revela este libro que el lector si quiere podrá leer como una episódica manera de entablar diálogo con un mundo simple pero de una contundencia despiadada. De la mano de antítesis recurrentes, comparaciones seductoras y un movimiento constante por dirigir los relatos hacia una prosa exigente, Kamiya tensa su escritura con una cadencia muy marcada, un ritmo estático, en busca de una fraseo complejo en su simplicidad.
7. Castillo Suárez defiende la poesía en su ingreso en Euskaltzaindia
La escritora de Altsasu juró su cargo como académica de número en un acto con sabor local en su municipio natal. [N. Mazkiaran | Deia]
Con el título Botánica del amor, la escritora realizó un recorrido por 15 plantas, tantas como los libros de la poesía vasca contemporánea que han influido en su vida y en su escritura, que hilvanó con reflexiones personales, contradicciones vitales y poemas propios. Así, durante su intervención aparecieron poemas de José Luis Otamendi, Harkaitz Cano, Jon Gerediaga, Igor Estakona, Ricardo Estankona, Rikardo Arregi Díaz de Heredia, Miren Agur Meabe, Leire Bilbao, Amaia Lasa y Bernardo Atxaga, que contextualizó con sus vivencias a través de un herbolario; un discurso que defendió la poesía y que dejaba ver las característica de su poética, como la valentía para escribir, la conciencia política, la memoria, la lexicografía o el deseo de subsistencia.
BREVES
Las librerías de los escritores
“Lo juro por mis muertos”: la poesía, un sobresalto en la memoria de Carmen Martín Gaite
Sergio Ramírez y Gioconda Belli, Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña
Borges, sueños de un viejo gaucho
Todos los cortocircuitos en Blade Runner
El vino, el champán y el pan inspira a los grandes escritores
‘Caminar la vida’, de David Le Breton
IA y sostenibilidad en el sector editorial a debate en LIBER 2023