Una emblemática librería de viejo de Salamanca cierra porque su edificio se vende para viviendas turísticas
Clipping | 5 de abril de 2024 | #305
La Galatea cesa su actividad después de 14 años tras la orden del propietario del edificio. [Juan Navarro | El País]
La Galatea aún vive. Los goznes de los portones chirrían y el suelo de madera se expresa con crujidos al dirigirse al corazón de la emblemática tienda de libros antiguos. Las estanterías exhiben un variado abanico de títulos y autores, desde el siglo XVI hasta la actualidad. Pero muchos de ellos serán encerrados pronto en cajas de cartón si ningún comprador se los lleva antes a su casa. A la sede física de La Galatea, en Salamanca, en la calle de los Libreros, le quedan unos días de latido antes de sucumbir a la especulación: el dueño del edificio lo vende para uso turístico. Se va el cuerpo, pero queda el alma, subraya la librera Begoña Ripoll: “La librería no son los libros”.
Ella alquiló el local por una década y desde entonces ha combatido el anhelo de los propietarios por lucrarse con el inmueble, contiguo a la sede de la Universidad de Salamanca, donde infinitos turistas, cuello en alto y móvil desenvainado, intentan descubrir la famosa rana labrada sobre la fachada. La orden final de desalojo llegó en febrero, después de que caducaran las prórrogas del contrato inicial de 10 años. “Sospecho que lo han vendido o que tienen comprador interesado, pero solo si dejo el local”, esgrime esta filóloga reconvertida en anticuaria y bibliófila.

Un anuncio digital lo confirma: “Edificio residencial histórico en venta, en el centro de Salamanca, buen estado de conservación, ideal para inversores para poder hacerlo hotel o viviendas turísticas. Sin inquilinos”. 770.000 euros. Desde entonces se ha desvivido por vender la mercancía a precio de saldo, regalarla casi por volquetes y guardar los volúmenes icónicos, aunque quedará la web y la relación con esa segunda familia: “No estoy cerrando La Galatea como librería”, aclara.
De origen alicantino y filóloga, Ripoll acabó en Salamanca como profesora universitaria y con la “chaladura” en mente de montar una librería-anticuario. Hace 28 años se lanzó a la aventura sin experiencia personal ni familiar y forjó su instinto a base de sufrir timos o comprar caro. Ensayo-error, método científico para la administración literaria. “La librería es como el amor, una entelequia; el enamoramiento y el amor no coinciden en el tiempo”, sostiene, enamorada de una idea y amante del resultado. “Pensaba que la quería, pero eso solo lo sabes cuando la conoces”, cita sobre su querida creación, donde ella y sus adeptos han sido “absolutamente felices”.
2. Mapa, una apuesta por desbordar lo puramente literario
La editorial Mapa está a punto de cumplir un año. Lleva tres libros publicados y coincidiendo con su primer aniversario, publicarán el cuarto título de su catálogo. [Rocío Wittib | Zenda]
El proyecto está dirigido por Xavi Barberà, quien gestiona la labor editorial y organizativa, Ainara Murillo, que se encarga de la dirección creativa y estratégica y Glòria Barberà, socia del proyecto. Un equipo con diversas trayectorias en las industrias creativas y culturales. Su catálogo ofrece historias que, desde múltiples perspectivas, mapean la condición humana y la muestran en todo su esplendor y miseria. “Mapa existe para construir una sociedad más justa, empática e igualitaria mediante un catálogo literario que decodifica la condición humana y mira de frente a las grandes cuestiones de nuestros días”, aseguran.
Les interesa publicar libros que sean de utilidad y que tengan el propósito claro de ayudar, siempre a través de la ficción, a lidiar con los tiempos que nos tocan vivir. También buscan la conexión con sus lectores a través del apartado Cartografías de su página web, donde puede encontrarse un conjunto de contenidos artísticos relacionados con cada título publicado.